Cuando el recorrido se convierte en experiencia
En the—concept studio, creemos que orientarse no es solo encontrar el camino, sino también encontrar calma, sentido y conexión.
Por eso, cuando diseñamos sistemas de orientación, no los pensamos únicamente como herramientas funcionales. Los concebimos como una extensión del alma del espacio, como una forma de acompañar —no solo de dirigir.
Así nace el wayfinding emocional: de la certeza de que un letrero puede hacer mucho más que indicar. Puede contener, calmar, despertar memorias, reflejar identidades. Puede conectar emocionalmente con quienes habitan o transitan un lugar.
Diseñamos para eso: Para que el recorrido no solo se entienda, sino que se sienta.
Conceptualizamos desde lo invisible
No partimos de la forma, partimos del sentido.
Nuestro proceso no comienza con un plano ni con una tipografía. Comienza con una analogía. Una imagen que da forma a lo intangible, que convierte lo abstracto en estructuras visuales que fluyen con el espacio.
Creemos que conceptualizar es dotar de alma a un sistema. Es organizar sin imponer. Orientar sin ruido. Diseñar desde lo simbólico, para que incluso lo más técnico tenga significado.
Una narrativa sensible
La belleza también informa
La señalética puede ser fría, rígida, técnica. Pero también puede ser parte del espacio, de su relato, de su identidad.
Para nosotros, cada color, cada forma, cada material, no está puesto al azar: son fragmentos de una narrativa. No hablamos de decoración. Hablamos de coherencia emocional entre lo que se transita y lo que se siente.
La naturaleza como origen estructural
Porque todo lo vivo fluye con sentido.
Nos inspiramos en lo orgánico. En cómo los pulmones respiran, cómo los zarcillos se enredan, cómo las colonias cooperan, cómo los ecosistemas se transforman.
Desde ahí, diseñamos sistemas que fluyen con la misma lógica natural: estructuras vivas que acompañan sin invadir.
(Click en el título para conocer el proyecto completo)
En los entornos de salud, la ansiedad y la confusión son emociones comunes. Por eso, nuestra propuesta no fue solo ordenar el espacio: fue tranquilizarlo.
A través del concepto Biofilia en transición, trazamos un sistema que toma analogías de los reinos de la naturaleza para guiar cada tramo del hospital. Así, creamos una narrativa visual suave, que transmite calma, accesibilidad y cercanía.
El resultado fue un sistema silencioso y empático. Presente, pero no invasivo. Como todo lo que está verdaderamente vivo. Porque en lugar de gritar instrucciones, preferimos acompañar con certezas.
Creemos en una nueva forma de orientar: más humana, más sentida, más intuitiva.
Y desde ahí, trazamos experiencias que se integran a la vida de quienes las recorren.
¿Tienes un desafío en mente? Escríbenos y hagamos que cobre vida.